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Vecinas y vecinos plantan árboles nativos en Plaza El Buen Amigo

En una alegre y significativa jornada, vecinas y vecinos de la Comunidad Ecológica de Peñalolén se unieron el domingo 31 de agosto para llevar a cabo una jornada de plantación de dieciséis árboles en la Plaza El Buen Amigo, ubicada en la intersección del Camino de Las Estrella y del Buen Camino. La iniciativa, organizada y convocada por el Comité Plaza El Buen amigo y en colaboración con La Junta de Vecinos de la Comunidad Ecológica y la Nueva Gobernanza Las Estrellas, buscó no solo embellecer y dar sombra al espacio, sino también fortalecer el sentido de comunidad y promover la colaboración.

Desde bien temprano, familias enteras, desde los más pequeños hasta adultos mayores, se congregaron con palas, chuzos y guantes para plantar los árboles donados. En un ambiente festivo y colaborativo se logró concretar el objetivo, y seguir avanzando en la habilitación del espacio, que ahora ya no solo cuenta con juegos, sombreadero, y un cierre perimetral, sino que árboles que crecerán para proteger del sol en las épocas más calurosas del año.

Según explicó Pía Waidele, una de las convocantes, “estamos felices de ver una respuesta tan positiva de nuestras vecinas y vecinos”. Agregando que “esta plaza es esfuerzo de muchas personas, y que tiene mucho valor de memoria para nuestro barrio, y con esta plantación queremos asegurarnos de que siga siendo un lugar de encuentro, lleno de vida y sombra para las futuras generaciones”.

Los organizadores indicaron que este es un paso más en este esfuerzo colectivo que incluye el riego y mantenimiento de los árboles plantados. La jornada concluyó con un almuerzo comunitario, donde los participantes compartieron la satisfacción de haber contribuido a un futuro más amigable y sostenible para el barrio.

Minga solidaria para plantar árboles nativos en Plaza del Sol

Una mañana soleada tras la lluvia y la cordillera nevada hasta sus pies fue el telón de fondo para la jornada matutina del sábado 23 de agosto en la que el Equipo de Espacios Comunitarios junto a vecinas y vecinos de la Parcela 13 de la Comunidad Ecológica realizaron una minga de mantención y plantación de nuevos árboles en la Plaza del Sol.

Tal como decía la convocatoria extendida a la Comunidad, el trabajo permitió seguir avanzando en la construcción de este maravilloso espacio comunitario. Según explicó Carlos Tello, uno de los convocantes, “se plantaron veinte árboles nativos, se efectuaron demarcaciones del diseño de la plaza, se regó, retiramos material seco también, se podaron otros árboles y arbustos, y fue una jornada muy buena, que incluyó a familias con sus hijas e hijos”.

Explica Tello que el trabajo en la plaza “debe continuar, tenemos muchas cosas que hacer, pero lo bueno es que muchos de las y los participantes quedaron motivados para seguir participando en estas mingas”.

De acuerdo a lo que explicaron los organizadores de la minga de la Plaza del Sol, el lugar ha ido logrando mejores condiciones para recibir a quienes la utilizan. Por ejemplo, señalan, se cuenta con un estanque de agua para riego, un juego infantil donado por un vecino, un bicicletero, y se han estructurado senderos y espacios que están destinados a futuras mejoras.

Tras la jornada acordaron, junto a las y vecinos que se sumaron, planificar una segunda minga para la implementación de los mencionados espacios, y como señala Carlos Tello, “tener para la primavera que se avecina el espacio mejor vestido y ordenado”.

‘Realizadores’ estuvo dedicado a la Patrona del Barro y las Quebradas

Los días 16 y 17 de agosto el medio BioBio TV emitió en su programa Realizadores un reportaje dedicado a la Patrona del Barro y las Quebradas en el que revisaron la historia sobre la creación de esta virgen de nuestra Comunidad Ecológica de Peñalolén, y que tuvo la participación de la artista Clarita Yáñez y del gestor cultural Alejandro Garros, quienes se juntaron para concretar esa idea.

En la nota de presentación se señala que la idea de los creadores es que la virgen concentrará “la mirada patrimonial del barrio, ya que la comunidad, especialmente para el aniversario, le rinde homenaje por medio de comparsas y pasacalles”.

Añaden que, en paralelo a eso, “se le hizo una canción (Matías Correa y Franco Ferrera), que actualmente lleva más de una docena de versiones, que van desde el castellano, pasando por el mapudungun e incluso, ha sido versionada por japonesas que estuvieron radicadas en Chile”.

En el siguiente enlace puedes revisar el reportaje: La Patrona del Barro y las Quebradas.

Equipo municipal realizó poda basal en El Buen Camino

La Comunidad Ecológica realizó, con el aporte de la Municipalidad de Peñalolén, un programa de poda basal en las áreas verdes, en el sector de El Buen Camino, entre los caminos de Luna, de La Tierra y Las Estrellas.

Esta iniciativa busca mejorar la salud de los árboles, prevenir riesgos y fomentar un entorno más seguro para sus residentes. La poda basal, explicaron los integrantes del equipo municipal, que consiste en cortar las ramas desde la base, se está realizando con el objetivo de controlar el crecimiento excesivo de los árboles, prevenir la caída de ramas muertas o enfermas, y mejorar la visibilidad para la circulación vehicular y peatonal.

Explicaron también que la poda debe efectuarse de manera controlada, ya que se debe evitar cortes excesivos, que pueden debilitar a los arboles y hacerlos más susceptible a enfermedades. Agregaron que todo el acopio de ramas que se produjo producto de la poda será retirado para evitar su acumulación en vertederos y será reutilizado a través del compostaje. 

Consultado sobre la época del año para efectuar la poda, señalaron que “esta puede variar según la especie de árbol y el clima, pero generalmente se recomienda durante el período de reposo vegetativo para minimizar el estrés en el árbol”. 

Editorial / Construcción de un nuevo hábitat

¿Qué significa para nosotras y nosotros, habitantes de la Comunidad Ecológica, construir un hábitat? ¿Es levantar muros y techos, trazar caminos o instalar servicios? ¿O es, más bien, tejer una forma de vida compartida, donde el espacio que habitamos es también reflejo de nuestros afectos, memorias y cuidados? En nuestra comunidad, hablar de “nuevo hábitat” no implica partir de cero, sino más bien continuar una trama viva. Somos parte de un paisaje hecho no solo de árboles y quebradas, sino también de decisiones, vínculos y gestos cotidianos. Cada terreno restaurado, cada sombra, cada árbol cuidado, cada conversación sostenida en torno al agua o a la tierra es parte de ese tejido común.

Construir un hábitat es preguntarnos qué tipo de vida queremos posibilitar. Es decidir, si ese lugar que habitamos acoge o excluye, si respeta los ritmos del territorio o los arrasa. Es elegir si queremos crecer hacia adentro, profundizando la comunidad, o dispersarnos en fragmentos aislados. Es también comprender que este hábitat que construimos no es solo físico, sino simbólico y sensible. Que habitamos no solo casas o parcelas, sino un paisaje. Un paisaje entendido no como fondo decorativo o entorno pasivo, sino como expresión viva de cómo nos vinculamos con el territorio. Un paisaje que habla de nuestras prácticas, de nuestras memorias, de nuestros afectos y formas de cuidado.

El hábitat que necesitamos no es solo funcional: es significativo. Donde lo que envejece tiene valor, y lo que se repara, se vuelve a cuidar. Un hábitat que no se impone, sino que se cultiva desde abajo, como el compost o la confianza. Pero también es urgente mirar las tensiones que amenazan este paisaje común. La desregulación de la subdivisión predial y el fraccionamiento del suelo están pulverizando el territorio, debilitando su vocación ecológica y comunitaria. No es solo una cuestión legal o técnica: es una herida al paisaje, una fragmentación de los vínculos que lo sostienen, una contradicción con cualquier intención real de conservación ambiental.

En tiempos de lógicas extractivas y de urbanismo acelerado, habitar con sentido es un acto político. Es resistir la velocidad del mercado con la lentitud del cuidado. Es proponer, en lugar de consumir. Es construir, sí, pero también sostener, reparar, imaginar. Desde este territorio precordillerano que tantas veces hemos defendido, y reaprendido a mirar, la invitación es a pensar la construcción de un nuevo hábitat como una tarea común. Una construcción que no se mide en metros cuadrados, sino en vínculos; que no se proyecta solo con planos, sino con historias. Que no se termina, porque es proceso vivo.

Quizás el mayor desafío no es técnico, sino afectivo: ¿cómo reencantarnos con el acto de habitar? ¿Cómo volver a sentir que cuidar un árbol, mantener las mangueras, o participar de una decisión barrial, también es construir comunidad? ¿Cómo seguir entrelazando nuestras prácticas cotidianas con una visión colectiva, amorosa y justa del territorio?

Entonces, la invitación es a repensar qué estamos construyendo en nuestro territorio: en el paisaje individual y en el paisaje colectivo que nos convierte en trama. Porque construir un nuevo hábitat no es sólo transformar el entorno: es, sobre todo, transformarnos en él.

Galit Navarro
Vicepresidenta de la JJVV
Comunidad Ecológica de Peñalolén

Asamblea General: Un reencuentro con nuestro sentido comunitario

La fotografía de la jornada: siete salas, siete mesas, y 86 comuneras y comuneros distribuidos en grupos variopintos reflexionando e intercambiando ideas de manera entusiasta en torno a un esbozo de futuro para nuestra Comunidad Ecológica.

El sábado 26 de julio se llevó a cabo en el Colegio Rudolf Steiner, el Primer Encuentro Comunitario bajo el lema Co-creando un Proyecto para el Buen Vivir, convocado por la directiva de la Junta de Vecinos, cuyo objeto fue abrir un proceso participativo de planificación para la labor que la Junta de Vecinos impulsará en los próximos tres años.

Tras una breve introducción del estado del arte de la nueva directiva, el presidente de la JJVV, Gabriel Valdés presentó la metodología de trabajo en grupo en torno a siete ejes o Pilares Estratégicos que cubrirían los ámbitos de desarrollo de iniciativas: 

  1. Fortalecer una cultura comunitaria del buen vivir
  2. Planificar y cuidar el hábitat desde una perspectiva ecológica y sustentable
  3. Generar una gobernanza participativa, transparente y financieramente sostenible
  4. Promover la identidad, la memoria y la participación cultural
  5. Robustecer la seguridad y la resiliencia comunitaria
  6.  Hacer de las comunicaciones un medio de vinculación efectiva
  7.  Tejer redes externas para un futuro compartido

El tiempo de trabajo de una hora se hizo corto para el despliegue de ideas por cada eje. Bajo la facilitación de una directora o director de la JJVV por mesa, se dio pie al conocimiento de iniciativas, sus priorizaciones y estrategias para llevarlas a cabo desde lo concreto. Pliegos plagados de tarjetas de colores y rayados, con los aportes consensuados entre los participantes fueron los verificadores del intenso trabajo que luego se presentaría en un plenario en el auditorio central del Colegio.
Destacaron entre otras ideas: un comité de bienvenida y recepción para los nuevos vecinos; propuestas para plasmar y socializar los acuerdos comunitarios del buen vivir; generación de una mesa de trabajo para la regularización articulada de parcelas y loteos; abordaje de un programa renovado de arborización con especies nativas; mejoramiento de la movilidad humana interna y la accesibilidad del territorio; aplicación de un enfoque sistémico a la seguridad y emergencias comunitarias; profundización y re-impulso de la nueva gobernanza con un rol más activo de parcelas; recuperación y divulgación del patrimonio histórico de la Comunidad en distintos formatos; avance hacia una figura legal que estructure y ordene una gestión propia de las artes y las culturas; y realización de una catastro de organizaciones comunitarias, culturales y territoriales de nuestra comuna para establecer lazos de colaboración y alianza.

Para cerrar la primera parte del encuentro, la directiva se comprometió a sistematizar este trabajo en conjunto con el realizado anteriormente, e impulsar el programa de gestión 2025 – 2028 al que se invitará a toda la Comunidad a involucrarse, en torno a la siguiente Visión presentada:

Avanzar hacia una vida comunitaria sustentable y solidaria, donde los acuerdos del buen vivir y la responsabilidad compartida guíen nuestra relación con el entorno, y nuestro lugar en el barrio grande.

En la segunda parte, a cargo de la vicepresidenta, Galit Navarro, se presentó una actualización de las reuniones que la directiva ha llevado a cabo con los representantes de la inmobiliaria y de la administración del condominio La Reserva (ex – Frambuesal), está última en representación de las y los propietarios. El objetivo, conocer el avance e impacto generado por el proyecto de condominio, aclarar ciertas situaciones con las que la actual Junta de Vecinos se encontró, y a partir del reconocimiento objetivo del actual escenario, analizar oportunidades para la Comunidad, para lograr nuevos acuerdos de mutuo beneficio.

Junto con mitigar el impacto de las obras en el entorno, se exploran varias iniciativas que podrían ayudar a enfrentar serios problemas que hoy vive la Comunidad: congestión vehicular, liberar funciones de la portería, repavimentación de caminos, y mejoras en el paisaje en sectores altamente degradados. Entre las oportunidades, se vio la posibilidad de un segundo acceso controlado por Camino de la Tierra (norte) con el uso de nuevas tecnologías de control automático; trabajo en conjunto de problemáticas comunes (vertederos ilegales, fiestas clandestinas, entre otros); sumar más recursos para mejoras a través del pago de gastos comunitarios; asesoría en temas de seguridad; y mejoras en la limpieza, construcción de vías peatonales y plazas en el tramo de El Buen Camino, entre otros.

Tras la presentación se abrió un diálogo con las y los presentes, donde se respondieron dudas y se aclararon ciertos mitos sobre el condominio y los acuerdos vigentes, para cerrar con una votación donde la asamblea ratificó la necesidad de seguir en las conversaciones, y entregó la confianza a la directa de la Junta de Vecinos para el avance en propuestas de acuerdos que deban ser ratificados finalmente a nivel de la comunidad. En resumen, lograr un acuerdo en que ganamos los vecinos de ambos lados y construimos un barrio más integrado y colaborativo.

*Revisar el enlace con la presentación de la Asamblea 

Gregory Cohen: “Aportar a la comunidad es devolver lo que este lugar nos ha entregado”

Aún tiene muy presente, junto a su pareja Lía Maldonado, las primeras noches que pasaron en la comunidad el año 1994, cuando se mudaron a la misma casa que habitan en la actualidad. Recuerdan ambos que fueron noches marcadas por el silencio, la oscuridad, el vacío, a poca distancia de la ciudad. El rostro de Gregory Cohen hace el movimiento del que recuerda, del que evoca cómo fue llegar a la Comunidad Ecológica de Peñalolén, para decir que fue una aventura, una apuesta por tener algo propio en un contexto de más libertad.

Añade que claramente la Comunidad generaba en aquellos años una suerte de seducción, pero al mismo tiempo una suerte de desorientación, “no reconocíamos los sonidos del lugar”, explica Cohen. Y Lía lo complementa diciendo que fue una aventura. “Compramos, explica, sin saber mucho lo que estábamos comprando, entre la maleza, los espinos y las piedras. Además, por este sector (La Huella) no había nadie. Nosotros sabíamos que estaba la María Izquierdo más arriba, no sé quién más. Pero aquí, en estas dos parcelas, no había casi nadie. Estaba el gringo, el Dennis”, recuerdan.

Para quien ha explorado la escritura, la dramaturgia, la actuación y la dirección de cine, el instalarse en la Comunidad Ecológica fue algo instantáneo “porque era algo nuestro, tras muchos arriendos”.

Han pasado más de treinta años, y los recuerdos siguen frescos. Y la sensación que hay aspectos y una cierta identidad que se ha desdibujado con el tiempo, se logran desprender de sus palabras. Ambos plantean de distinta manera que “en ese tiempo pasaban cosas bonitas también, porque éramos menos… nos conocíamos mejor. Creo que el sentido comunitario entonces era mayor y era más bonito. Yo llevaba gente en El Buen Camino, ahora no llevo a nadie, porque no conozco a casi nadie”, explica Lía, antes de decir, “ya los dejo que sigan conversando”.

Cohen complementa diciendo que han llegado otros a vivir acá, “generaciones más jóvenes. Algunos muy bien, pero otros no, ya que no tienen sentido comunitario. O sea, llegaron acá un poco, porque la comunidad ecológica empezó a tener todo este rango de que había artistas, qué sé yo, la plusvalía”. En parte echa de menos “a los que empezamos acá, ya que había otro sentido. Y los que llegan, no todos, tienen una cuestión que es poco comunitaria, muy autorreferente”.

Su sensación es fuerte del cambio de sentido de lo que es la comunidad de estos últimos años. “Son otras las sensibilidades. Porque acá todavía hay cuestiones que son básicas. Que en la ciudad tú las tienes. O sea, no te extraña para nada llegar a un departamento y que haya luz, calefacción, agua potable y todo eso. Pero aquí tenemos mangueras de goma para el agua, no es agua potable. Entonces cuando alguien se estaciona sobre el espacio en que están las mangueras. ¿Qué está pasando? Antes era una cuestión que sabíamos que había que respetar, sobre todo. Entonces no hay una sensibilidad. Y además que uno empieza a ser factor de conflicto, porque empieza a defender esos elementos básicos. Entonces, pensemos en la palabra ¿comunidad?”.

Pero no quiere aparecer cuestionando todo, y agrega que “por otro lado admiro, realmente admiramos con Lía, a la gente que está asumiendo la conducción y la que ha conducido la Junta de Vecinos. Y la labor de ellas y ellos, y a la que debemos aportar, es ir aunando las diferentes sensibilidades de las distintas generaciones que han venido ocupando acá”.

Y hay también quizás una necesidad desde el conocimiento, de la experiencia que tienen los que llegaron en otras décadas, de un poco transmitir esta identidad. ¿Crees que se ha perdido, se ha diluido con el paso del tiempo?

Por eso son tan importante estos boletines. Y desde ahí la transmisión escrita u oral, porque imagino que uno de los objetivos es transmitir esos valores muy básicos. Ahora tampoco significa que nosotros estemos en la edad de piedra. Pero sí hay que respetar cosas básicas que en todo momento son válidas. El respeto por el otro, el espacio, etcétera. 

¿Todavía tienes las ganas y la disposición de hacer un aporte en este proceso?

Por supuesto. No estoy ya a esta altura en términos físicos y de tiempo como para asumir el liderazgo de alguna organización. Antes, años atrás, pudo haber sido y fue de hecho. Pero ahora, por supuesto que estoy… Y de hecho hace poco, creo que el año pasado estuve leyendo poesía o conduciendo los actos de celebración, y celebro el sacrificio de las generaciones que están ahí organizando eso. Además, han logrado cosas muy importantes. En términos de lo que significa no solamente la convivencia, sino que la relación con los otros territorios. Por ejemplo, para el estallido social, hicimos actividades en contacto con las poblaciones del frente y con lo que se llamó el Campamento Andino, con todas las casas que se construyeron ahí. Fue bonito. O sea, marchamos juntos. Entonces, de alguna manera, la comunidad también ha tenido una cierta presencia. Tú hablas de identidad, en el sentido de colaboración.

¿Cuál es tu valoración de esas alianzas, de esos procesos colaborativos con otros territorios?

Tremenda. Como te digo, hubo por mucho tiempo un enlace entre la comunidad y otros lugares, que se anduvo quebrando un poco con toda la campaña populista que hizo la municipalidad en el sentido que nosotros, los ‘ecofascistas’, no queríamos que se construyeran casas sociales cuando en el fondo no teníamos problemas. Entonces era toda una fachada populista y de repente funcionaba. Y en esos años la Junta de Vecinos tuvo una ardua tarea para aclarar las cosas y decir que no era tan fácil, digamos, tachar a la comunidad como la estaban tachando. Pero fue duro el combate en los medios de difusión.

“Recuerdo, dice Cohen, una feria que se hizo en la plaza de Las Perdices con Grecia, donde participamos como comunidad y varias juntas de vecinos del sector. Y eso da cuenta de las señales que siempre ha dado la comunidad y que dio durante bastante tiempo en términos de una coexistencia más que pacífica, activa con el entorno. Yo creo que ahora se podría volver a retomar”.

Un ente cultural activo

“Me acuerdo de que hace años, cuando uno estaba más activo, hubo iniciativas, no sé si se hicieron, de hacer talleres. Aquí hay harto artista, de hacer talleres no solo para la comunidad, sino para todo el entorno. A mí, por ejemplo, eso me encantaría, hacer un taller literario para todo el entorno, para afuera, para las casas que están aquí al frente, que le llaman ‘las Chubi’. Podríamos organizar algo y hacerlo incluso en las casas, o en la comunidad”, reflexiona Cohen. Y añade inmediatamente, “el arte te genera una actividad relacional, de extensión, automática. Entonces, claro, decir cómo lo financiamos, a lo mejor no, a lo mejor, no sé, yo me ofrecería a cambio de nada”.

¿Lo ves factible?

Más que factible, ya que aquí hay mucho material, y una base que cruza a todas las generaciones también. Esto no te genera solo algo positivo en términos de imágenes, sino de acciones concretas y le da otra identidad a la comunidad. No es solamente ‘estos pijecitos que son autorreferentes, digamos, que están en su cuento’, porque de eso no se trata. Ninguno de nosotros lo ha pensado así. Pero se ha ido, y se puede ir transformando en eso.

Además, explica, “sería bueno el reencuentro entre nosotros, entre los que hacen teatro, con los que hacen cine, con los que pintan, con los arquitectos, qué sé yo. El reencuentro también entre nosotros es muy bueno. Para afuera, sobre todo, es el principal sentido. Y, no sé, con un amplio rango etario, para cada uno de los chicos hasta los adultos, y la tercera edad. Eso yo creo que daría un nuevo impulso a la comunidad en términos ya no solamente de grupos de familias, sino que, de un ente, o sea, un ente cultural activo”.

Eso también tiene que ver quizás con lo que conversamos antes de recuperar esta identidad también. ¿Desde ahí también construirla, recuperarla?

Si. Porque eso late. Late en todas y todos los que llegamos. Cómo cooperar. No era fácil porque nos estábamos haciendo nosotros también. Pero hubo contacto.

¿Por qué quizás muchos ven que a nivel país el tema del arte y la cultura también ha sido un tema complejo, siempre ha sido un tema difícil de desarrollar?

Yo ahora estoy haciendo una película y sabes que empecé a usar mis ahorros. Igual vamos a postular a los fondos de cultura, pero uno sabe que las propuestas de uno ya estuvieron alguna vez en sintonía con los fondos, pero ahora ya no, los fondos ahora premian a las productoras. Pero volviendo sobre el trabajo de cultura desde la comunidad sería muy bueno… Creo que tendría mucho sentido para muchos de nosotros… creo que da cuenta de todo lo que nosotros no pudimos hacer aquí y de lo que hicimos en dictadura. Era la movilidad, era lo que nos daba sustento, sentido a la vida dentro de la oscuridad. Y ahora, en el otoño de nuestras vidas, volver a hacerlo, volver a ver el sentido.

Pero tú sigues activo, sigues trabajando en cultura y en docencia.
Bueno, estoy jubilado, pero tú sabes que las jubilaciones… Así que, sigo trabajando en la Diego Portales, en la Facultad de Comunicación y Letras, en la Escuela de Publicidad. Y en la Chile, aquí, en Gómez Milla, en la Escuela de Cine. Porque yo soy muy promiscuo. He hecho cine, literatura, novela, poesía, he pasado por todas esas cosas. Y las aprovecho, obviamente. La actuación también. Así que… estoy activo en ese sentido. Y retomando un poquito los proyectos personales. Estoy retomando la parte de las novelas que quiero publicar. Sería la quinta novela. Porque uno, de repente, descuida las cosas de uno. Sentía, de repente, que tenía tiradas muchas cosas. Empecé a apurarme. Ya empecé una parte de la película y, al final del año, quiero la segunda parte y final, espero. Soy como El Quijote, el hombre nuevo. Se renueva al final de la carrera.

¿Cómo te imaginas ese trabajo cultural desde la Comunidad?

Sería bueno que lo haga la misma gente de acá, muy vinculado a las personas del territorio. Somos coterráneos en el sentido de Peñalolén y recogiendo elementos, o sea, no es que yo te traigo la papa y te digo cómo hacerlo, sino que, ¿qué tienes tú? ¿Qué idea tienes tú que yo te puedo ayudar? Es lo que hago desde la universidad también. En vez del profesor, en vez de que yo te haga la clase, les digo que somos todos una productora. O sea, yo facilito un poco, por mi edad y todo eso. Pero coordinamos todo y entre todos hacemos un producto final. Esa cuestión de la productora genera una responsabilidad colectiva. Por eso me siento mucho más cómodo en la interactividad. O sea, ambos nos entregamos cosas.

¿Y el trabajo con los más jóvenes, cómo lo ves?

Sabes que ese es un gran tema porque claro, algunos tienden a irse de la Comunidad o de sus barrios. Pero los que se quedan cómo se quedan, de qué manera se quedan. Creo que habría que hacer una labor de concientización, rescatándose el viejo término, con esas generaciones. Para que a lo mejor no se sientan descentrados, no se sientan ajenos y tomarlos en cuenta también.

Para Cohen, esta opción de trabajar una propuesta artístico cultural desde la Comunidad, le hace mucho sentido “ya que tiene que ver con el hecho que de alguna manera es como devolver lo que este espacio me ha dado, porque igual más allá de lo que les hemos contado, es un privilegio vivir acá. Jamás hubiera pensado que iba a tener un espacio de más de 28 metros cuadrados para vivir, por lo que enfrentamos en su momento. La verdad es que es un privilegio estar acá, este silencio, esta maravilla. Todavía sigue siendo un privilegio aparte de los autos, aparte de todo eso, sigue siendo un privilegio. Entonces realmente, esto es una manera de devolver lo que este espacio, en términos de paisaje, este espacio social nos ha dado. En algún momento los viejos van a decir, a lo mejor ya no podemos asumir todo esto, porque no es fácil vivir acá, económicamente no es simple, pero sí ha sido algo que ha contribuido a la calidad de nuestra vida, más allá de que esté lejos, de las crisis, etcétera… por eso me quedo con la idea que si estoy colaborando o voy a colaborar es una devolución por lo que nos ha dado…

Cohen, el rabino

Dejamos para el final de la conversación, un aspecto de la coyuntura y que se relaciona con su lado Cohen y como reflexiona Gregory sobre lo que actualmente es el conflicto palestino-israelí. Advierte que la respuesta no es simple y que se remonta a “cuando uno empieza a tener conciencia de su entorno y a tener un mínimo de reflexión crítica sobre el entorno, ganado en el barrio. Yo soy del paradero 18 de la Gran Avenida, en la comuna de La Cisterna, y agradezco mucho mi infancia porque en esas ocho cuadras había de todo, había diversidad, había un cine, que fue mi catedral y me fui formando culturalmente con cines de barrio, mi cultura es popular en el sentido de la diversidad”.

“Por qué digo todo esto, señala Cohen, porque mi reflexión se nutre de esa diversidad, en que nada es un compartimento estanco. Creo que el gran fuerte de mí, también como profesor, es más que saber mucho es ligar cosas, eso es como un relator, va ligando cosas. Porque obviamente en términos de sapiencia siempre hay alguien que sabe mucho más de cine que uno, sabe mucho más de literatura que uno, sabe mucho más de actuación que uno”.

Y añade, que hay que considerar que “el apellido Cohen, es un apellido pesado en la cultura judía, tiene mucha carga, porque Cohen significa rabino, los guardianes del templo. Es un apellido común pero un apellido pesado. Pero soy Muñoz también. Te fijas lo promiscuo que soy”. “Entonces, agrega, no tengo el discurso fundamentalista, para nada. Mi papá era un librepensador, era radical, y desde ahí, desde esa formación empezamos a darnos cuenta de ciertas cosas y que hay ciertas diferencias…”.

Hace un alto, se ríe un poco mientras reflexiona y añade, “había una cosa que se llamaba la izquierda, y desde entonces he seguido esa curva dramática y política psicotécnica para todo, en la Unidad Popular, en la dictadura. He sido disidente. Y junto a todo esto, creo que es complicado hablar de sionistas porque incluso hay sionistas que no están de acuerdo con Netanyahu para nada. Entonces para mí el gobierno de Netanyahu es fascista, criminal y genocida. Entonces para mí no hay duda, pero eso no es que sea de ahora es, digamos, la línea de siempre. Y no me vengan con que el ataque de Hamás justifica esto, o sea, es injustificable. Y tampoco que todos los judíos están detrás de esto. No, imposible, no tiene sentido cerrar y acusarlos a todos. O sea, lo que ha hecho el gobierno de Netanyahu, el régimen fascista de Netanyahu es ‘inenarrable’, como decía Hannah Arendt”.

¿Y qué te genera todo esto?

Preguntas. ¿Qué estoy haciendo yo? porque en la dictadura uno algo hacía. No estoy para irme a poner en una trinchera. Lo único que te queda es dar cuenta de esto y hablarlo en los espacios donde tienes tribuna, en las clases, en la universidad, en esos espacios y en tu obra. En lo que uno escribe, en las películas que uno hace, porque ese es el medio que uno tiene.

“Esa es mi opinión”, reitera, “tan simple como esa. Condenatorio casi es poco. Simplemente es impresionante la capacidad que tiene el hombre y especialmente esos hombres de generar un mal y estar tan bien organizados. Porque no está solo Netanyahu, está la Unión Europea, ni siquiera es solo Trump, es toda la inteligencia norteamericana perdón, estadounidense. Ni siquiera estadounidense, es la inteligencia del capital y del dinero. Es el crimen organizado del mundo que está coordinado”.

Un manifiesto por la Tenencia Responsable y el Bienestar Animal

Durante los últimos meses se ha reactivado la preocupación por una tenencia responsable, el bienestar animal y la seguridad de las y los vecinos de la Comunidad Ecológica, principalmente por varios ataques de perros sueltos hacia miembros de la comunidad, algunos con graves lesiones que han requerido de hospitalización y tratamiento.

Si bien la directiva de la JJVV ha tomado conocimiento y acciones directas frente a estos episodios, claramente la problemática tiene un trasfondo que requiere de un grupo dirigido al cambio de conciencia en el tema. Fue entonces como se reactivó el grupo de vecinas y vecinos en torno al comité que durante años fue conocido por su original campaña “Guarda tu Perro”, pero ahora con renovadas energías, nuevos miembros y una visión que desafía el paradigma actual.

A continuación, compartimos el Manifiesto por la Armonía Animal con el que relanza su labor frente a la Comunidad toda:

POR UNA CONVIVENCIA ARMONIOSA EN LA COMUNIDAD ECOLÓGICA

Somos vecinos y vecinas, amantes de los animales, y nos agrupamos en el Comité de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (T.R.E.B.A.) con un objetivo claro: vivir en una comunidad donde el respeto y la armonía sean la norma para todas y todos.

Hagamos de la tenencia responsable una realidad

Soñamos con una comunidad al pie de monte donde cuidamos, queremos y convivimos de forma responsable con nuestros animales. Esto significa entender que la libertad sin supervisión no es bienestar. Una mascota suelta en el espacio comunitario está en riesgo y afecta el entorno.

Nuestra visión va más allá de los animales, incluye a todas las personas

No sacrificaremos el derecho a disfrutar de nuestros espacios sin miedo. Debemos empatizar con los más vulnerables, con quienes traen malas experiencias pasadas y crear un espacio civilizado donde el respeto es el valor fundamental. Un futuro basado en la empatía y responsabilidad es vital para todas y todos.

Es hora de tomar acción

La clave para un cambio duradero está en nuestra relación con nuestros animales. Eduquémonos como tutores y tutoras, y asegurémonos de que nuestras mascotas cuenten con sus necesidades biológicas, sociales y emocionales cubiertas. Promovamos el bienestar animal integral, que incluye a las especies silvestres con las que coexistimos en nuestro territorio.

¡Únete a nuestro sueño!

Juntos podemos lograr un cambio real en la conciencia de nuestros vecinos. La ley nos orienta, pero es a través del diálogo, y lo que nos enseña la ciencia y la experiencia, como podemos transformar nuestras conductas. No creemos en la cultura de la cancelación, si en la persuasión, la empatía y la colaboración activa. Asumiendo nuestra responsabilidad, podemos construir un futuro donde el bienestar animal y el respeto mutuo sean una realidad.

¡Ayúdanos a cuidar de nuestros “hermanos animales” y a construir una comunidad más segura para todas y todos!

Si deseas sumarte a nuestro equipo, o a próximas campañas que emprenderemos, escríbenos al correo: comitetreba@gmail.com 

El Comité de Tenencia Responsable de Mascotas de la Comunidad Ecológica de Peñalolén

Johanna Arriagada (P18), Jordi Berenguer (P19), Felipe Brieba (P14), Marcela Carrasco (P16), María Luisa Gálvez (P18), Suzanne Jacob (P17), Verónica Ramírez (P17), Mirna Schindler (P4), Gabriel Valdés (P13), y Natalia Valencia (P12).

Artes y oficios de la Comunidad: Anita Taulis

Miro esta pintura, es una de las pocas donde mi mamá retrató un momento colectivo. Cinco figuras están reunidas en una playa de arena alrededor de algo que no vemos, pero que podría ser un juego. Sus gestos de esparcimiento forman involuntariamente una ronda o una recolección. Encuentran objetos a los que les inventan sentidos, les otorgan poderes. Esos elementos animados van construyendo los espacios que al mismo tiempo habitan y donde la simpleza permite un vacío que puede transformarse en cualquier cosa. Hay un sentimiento que se aproxima a lo inasible, que nos conecta con algo mayor. En la comunidad del juego cada quien labra su goce dentro de una cancha común. La imagen, simple por fuera, contiene un soplo inmenso cruzando todo lo aparente.

Antonia Taulis


Ana Taulis (Puerto Aysén 1962 – Peñalolén 2025), Óleo sobre tela, 2025